Homilía del XXXI domingo del tiempo ordinario

Ya tenemos disponible, en la sección de homilías, la correspondiente a este domingo. En ella, D. Manuel Palma nos explica cómo respondió Cristo al escriba que le preguntaba por el mandamiento más importante. Jesús le dijo que el mandamiento más importante es el primero, amar a Dios sobre todas las cosas. Ese mandamiento empezaba por la palabra “Escucha” (Escucha Israel,…). Con esa palabra, lo que se pide es abrir el corazón para acoger el mensaje.

En el primer mandamiento, pues, se nos pide amar a Dios con toda el alma, con toda nuestra vida. Benedicto XVI decía que este mandamiento no es un mandato, sino una llamada a la fé. Dios nos ha amado primero, y nuestro amor a él es una respuesta pobre que intenta corresponderle.

Unido a este mandamiento, está el segundo, amar al prójimo como a nosotros mismos. Para el cristiano, este mandamiento tiene cuatro claves:

a) El amor cristiano por el prójimo toma la iniciativa. El cristiano no espera a ser amado para entregar su amor a los demás.

b) El verdadero amor cristiano por el prójimo es un amor universal, que se dirije a todos.

c) El amor cristiano está unido al verbo ser. El cristiano está llamado a ser amor,  manifestando un testimonio vivo.No es un amor puntual, sino un amor permanente

d) Por último, Cristo nos enseña que un sinónimo de la palabra amor es sacrificio y entrega. Muriendo en la Cruz, Cristo ha manifestado el amor sin límites de Dios.