Ya podemos escuchar la homilía del II domingo de Cuaresma, disponible como siempre en nuestra web. En ella, D. Manuel Palma nos explica cómo en las lecturas de hoy se nos recuerdan a los grandes personajes de esta alianza de salvación. El primer personaje es Abrahan, aquél que un día, en su ancianidad, recibió la llamada del Señor que lo invitaba a salir de su casa y ponerse en camino. Le prometió una gran descendencia…sin embargo, le pidió en sacrificio a su hijo, la única garantía de que, en efecto, tendría dicha descendencia inmensa. Y ello, para hacerle entender una cosa fundamental: que ese hijo es un regalo que procede del cielo, para hacernos entender también a nosotros que todos los dones que el Señor nos da son, en efecto, regalos suyos.
En el evangelio encontramos otros dos grandes protagonistas: A Moisés y a Elías. Aparecen ante Cristo transfigurado. Son los precursores de Aquél que había que venir: Jesucristo. El Señor se transfigura delante de sus discípulos para manifestarles que la muerte no tiene la última palabra. Este episodio se quedará grabado en los discípulos como un anticipo de la Resurrección. La Transfiguración ha de estar también presente en nosotros, que durante este tiempo de Cuaresma hemos sido llamados a morir a nosotros mismos. La sobriedad de este tiempo tiene una meta: la Resurección de Cristo.