Homilía IV domingo del Tiempo Ordinario

 

En la homilía del IV domingo del tiempo ordinario, D, Manuel Palma nos recuerda cómo el papa Francisco define a un cristiano: “Discípulos Misioneros”. Hemos de testimoniar con nuestra propia vida, y con una palabra decidida el Evangelio que hemos conocido. Por ello, hemos de recibir esta llamada para ser realmente discípulos misioneros en el mundo.

El Señor nos pide dar un testimonio explícito con nuestra vida y nuestra palabra. El seguimiento del Señor significa abrir los ojos a su Amor y testimoniarlo con nuestra propia vida, como apóstoles dentro del mundo, y asumir su misión: anunciar el evangelio dentro del mundo