En la homilía de hoy, D. Manuel Palma nos explica cómo en vista al nacimiento del Redentor, en vista a la proclamación de la Buena Noticia de la Salvación, Juan Bautista llama a la conversión. En la fila de los que se van a bautizar están aquellos que se dan cuenta como el mal, su vida, impide luchar de verdad y poner en práctica la Justicia de Dios y el Señor, estando en la fila de los pecadores, se hace solidario con la humanidad. Está adelantando, de alguna manera, el instante de la Cruz.
En este día la iglesia nos llama a renovar también nosotros el sacramento de nuestro propio bautismo. El papa Francisco nos pide que hagamos un ejercicio muy sencillo: que anotemos bien el día de nuestro bautismo. Tendríamos, dice el papa, que recordar bien ese día. Es más, tendríamos que celebrarlo porque ese día se cumplió para nosotros el verdadero nacimiento: el nacimiento a la vida sobrenatural, el nacimiento a la vida de Dios.