El Arzobispo de Sevilla (España), Mons. José Ángel Saiz Meneses, con motivo del 75 aniversario de Cursillos de Cristiandad, ha destacado que su principal novedad fue “lanzarse a la conquista de la juventud” tras la Gran Peregrinación Nacional a Santiago de Compostela realizada en el año 1948.
En un video mensaje distribuido por la Archidiócesis de Sevilla, el también Consiliario Nacional de este movimiento recuerda cómo los Cursillos de Cristiandad tienen su origen en los jóvenes de Acción Católica de Mallorca (España), durante la preparación de aquella peregrinación.
“Durante varios años, todas las actividades de apostolado se centraron casi exclusivamente en la preparación espiritual de la peregrinación a Santiago de agosto de 1948”, recuerda el prelado, en las que “se perfila el ideal y el estilo peregrinante, plasmación de la concepción apostólica de la juventud”.
Primero se dieron estos cursos a algunos dirigentes juveniles para, posteriormente, extenderse a nivel diocesano.
A la vuelta de esta peregrinación, el sacerdote Sebastián Gayá expresó desde el balcón del Ayuntamiento de Palma de Mallorca: “Fuimos a Santiago 700 peregrinos, volvemos 700 apóstoles para iniciar la marcha de la conquista sobre la juventud”.
Este espíritu estuvo muy presente en el nuevo curso. Así, del 7 al 10 de enero de 1949 tuvo lugar en el Monasterio de San Honorato del Monte Luciano, el que es considerado como el primer Cursillo de Cristiandad, cuestión que fue ratificada por el Consejo Pontificio para los Laicos en 2014.
Mons. Sáiz, detalla que en la revista PROA, editada por Cursillos, se habla de tres puntos novedosos atribuidos al que fuera el retiro de impacto preeminente desde la década de 1950, como ahora lo son los retiros de Emaús, Efetá o Bartimeo: un cambio en la orientación pastoral diocesana sobre la juventud, el trabajo en comunión de jóvenes laicos con diferentes cualidades y el entusiasmo apostólico.
Además se sostiene que “los cursillos adquieren un acento y una dinámica nueva a la luz de los ‘rollos místicos’ que centran la proclamación evangélica en la doctrina de la gracia”, recuerda el Arzobispo.
La expresión “rollo místico” es empleada en Cursillos para referirse a cada una de las charlas que se comparten a lo largo del fin de semana.
El Consiliario de Cursillos, sin desmerecer este análisis, subraya que, a su entender, “la novedad principal no está tanto en el método ni en la estructura”, sino en su finalidad, porque, “ya no se trata de preparar la peregrinación a Santiago, sino de continuar con el espíritu apostólico vivido en la peregrinación y lanzarse a la conquista de la juventud de Mallorca”.
“Se trata de formar y sobre todo, de evangelizar a todos los jóvenes, de propiciar en ellos una experiencia profunda de fe, un encuentro con Cristo”, añade el Prelado.
Tras asentarse en la isla de Mallorca, los cursillos se expandieron a partir de 1953 por el territorio peninsular español, comenzando por la Archidiócesis de Valencia. Ese mismo año da el salto a América, en Colombia, donde tiene lugar el primer cursillo en el extranjero. En 10 años, prácticamente está presente en todo el continente.
Ya en la década de 1960 comenzó a expandirse por Europa, empezando por Portugal, Austria e Italia. También los Cursillos hacen su aparición en Asia a través de Filipinas y en África en países como Angola, Mozambique, Tanzania o Nigeria.