Después de una semana del devastador terremoto en Marruecos, el país todavía está tratando de sanar sus heridas. El Cardenal Cristóbal López Romero, Arzobispo de Rabat, afirma que “el pueblo marroquí necesita apoyo financiero y oraciones durante meses o años”.
El Ministerio del Interior de Marruecos anunció que el número de muertos ascendió a 2.946 personas, mientras que el de heridos alcanzó los 5.674, según informó el canal de televisión estatal.
En una entrevista con Cáritas Internacional, el Cardenal López Romero destacó el lado positivo de la colaboración entre el gobierno y las organizaciones civiles. Sin embargo, lamentó el aumento constante del número de víctimas.
Según el Purpurado, “las necesidades más urgentes de los afectados son electricidad, ropa, medicinas y alimentos, y también necesitan que la gente se acerque a ayudarlos, ya que están afectados tanto emocional como espiritualmente”.
Recientemente, el Cardenal López Romero se dirigió a Marrakech, la ciudad afectada por el terremoto, para celebrar una Misa y mostrar su solidaridad a las familias de las víctimas. También llevó un mensaje de consuelo de parte del Papa Francisco a los afectados.
Cristiana sobreviviente ayuda a afectados
ACI Mena —agencia del Grupo ACI para Medio Oriente y el norte de África— se puso en contacto con una sobreviviente que vive en Marrakech, llamada Souad, quien prefirió no mencionar su apellido debido a las dificultades que enfrentan los cristianos en el país. Ella abrió su casa para acoger a más de 30 personas cuyos hogares quedaron inhabitables.
Souad informó que entre las víctimas marroquíes cristianas había una joven de 20 años y un niño de nueve.
Asimismo, mencionó los esfuerzos de cristianos extranjeros que viven en el país por llevar alimentos a las zonas montañosas más remotas y afectadas. Destacó la colaboración de los residentes locales en la recolección, organización y embalaje de alimentos. Las mujeres que viven en su casa hornean al menos 200 panes al día en su cocina, que luego se suman a las ayudas alimentarias enviadas a los afectados.
Escuela católica abre sus puertas
En una entrevista con ACI Mena, la hermana francesa Geraldine Perret Geneviève, directora de la Escuela de la Sagrada Familia en Marrakech, reveló que la escuela no ha resultado dañada por el terremoto, pero el temor de los residentes en edificios cercanos, algunos de los cuales tenían seis o siete pisos, los obligó a bajar a la calle.
Por lo tanto, “la escuela abrió sus puertas para recibirlos, incluyendo los patios y las oficinas, donde pasaron la noche. Se distribuyeron alimentos y agua entre ellos”, explicó.
La religiosa relata que, “al día siguiente, los residentes regresaron a sus hogares después de verificar su seguridad”. “La construcción moderna de esas casas, y su distancia del casco antiguo de Marrakech, las protegió de colapsar o sufrir daños. Sin embargo, comenzamos otro tipo de trabajo, que es proporcionar alimentos en colaboración con Cáritas y la Cruz Roja, para ayudar a los profesores de la escuela y a las familias de los estudiantes. Muchos de ellos perdieron a sus seres queridos o sus hogares, especialmente en las zonas montañosas”.
La hermana Geneviève agregó: “Hemos escuchado que algunos cristianos también resultaron heridos. Además, hoy ofrecemos apoyo psicológico a los niños y a sus familias a través de nuestros especialistas en la escuela para ayudarlos a superar el trauma emocional”.
El terremoto en Marruecos, ocurrido el viernes 8 de septiembre alrededor de las 11:00 p.m. (hora local), ha sido el más fuerte de su tipo en el país en décadas. Los equipos de rescate siguen trabajando para evacuar en helicóptero a las personas atrapadas bajo los escombros de edificios colapsados, especialmente en áreas montañosas y de difícil acceso.
Además, el Banco de Marruecos ha anunciado números de teléfono para donaciones al “Fondo para la gestión de los efectos del terremoto” desde dentro y fuera del país.
Fuente: www.aciprensa.com