Ciclo formativo Espiritualidad Conyugal

La solución a la crisis de la unión matrimonial no puede ser otra que apostar por la autenticidad del vínculo, el valor del sacramento y la reivindicación de una espiritualidad conyugal. No en vano, esta “receta de felicidad” lleva más de veinte siglos siendo aplicada con éxito, de generación en generación (1Cor, 13). El matrimonio es cosa de Dios, y funciona caminando con Él.

Ante una sociedad que “compra” visiones desnaturalizadas del matrimonio, verdadero núcleo de la familia y raíz de la sociedad, proponemos este ciclo formativo para que tomemos conciencia de lo bueno que tenemos. Y para que seamos capaces de ofrecerlo sin complejos en cada uno de nuestros entornos. Porque sabemos que es bueno, y que no hay futuro sin matrimonio ni familia.