En la homilía de hoy, D. Manuel Palma nos explica cómo la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María es un misterio que atraviesa toda la historia de la humanidad desde sus orígenes, hasta el momento presente proyectándose incluso hacia el futuro y el destino de la humanidad.
El “no” de Adán y de Eva a la voluntad de Dios inaugura una historia marcada por la contradicción. Desde ese mismo instante escuchamos la promesa de la Redención, pues el Señor se dirige a Eva y le anuncia que una descendiente suya: la madre del Hijo de Dios, pisaría la cabeza de la serpiente y de ese modo vencería el mal. Esa promesa se cumple hoy en la Bienaventurada Virgen María, pues ella ha sido preservada por especial designio de la gracia de Dios de toda mancha de pecado original ya antes de su concepción.
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