Hoy celebramos la solemnidad de la Santísima Trinidad. Por ello, en la homilía de hoy, D. Manuel Palma nos recuerda como el misterio de la Trinidad no es fruto del pensamiento del hombre, sino de la Revelación. Él mismo se nos ha manifestado, a través de su Hijo Jesucristo, como un Dios único, pero no solitario. Ese Dios único es comunión de personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tres personas distintas en la única naturaleza divina.
Contemplando ese misterio nuestra fé se alegra. Nuestro corazón se llena de alegría porque Dios ha puesto luz para que seamos guiados por Él. Hoy la Iglesia nos llama a vivir en plenitud ese amor que se nos ha manifestado.
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