Homilía II domigo del tiempo ordinario

 

En la homilía de hoy, D. Manuel Palma nos recuerda que, habiendo comenzado el tiempo ordinario, hemos de acompañar a Jesucristo en su vida pública. El primero de los signos, que concluye con el crecimiento de la fé de sus discípulos, tiene lugar en Caná de Galilea. Aquí, cuando el Señor transforma el agua en vino, es cuando comienza la vida pública de Cristo.

De muchos modos había hablado Dios a los hombres por medio de los profetas, y sin embargo, al final de los tiempos, nos ha hablado por su Hijo. Nosotros, si queremos descubrir la alegría de Cristo, tendremos que estar atentos a la voz de la Virgen que, como a los sirvientes, nos dice: «Haced lo que Él diga».


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