La Conferencia Episcopal ha actualizado el viejo directorio que regulaba las relaciones entre la liturgia y los medios de comunicaciones sociales, que data de 1986, y han presentado este jueves 23 de noviembre unas Orientaciones sobre las retransmisiones de celebraciones litúrgicas. El documento quiere ser «un medio de ayuda, tanto para los sacerdotes como para los profesionales, para que se tengan en cuenta unas mínimas normas a la hora de retransmitir online un acto importante como es la Eucaristía», ha explicado José Manuel Lorca, presidente de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales.
En la actualización ha tenido mucho que ver el confinamiento durante la pandemia, donde proliferaron numerosas iniciativas en este sentido. Muchos sacerdotes agarraron sus teléfonos móviles y se pusieron a celebrar la Misa delante de ellos ante la imposibilidad de que los fieles acudieran a la Eucaristía de forma presencial. A partir de aquella experiencia, «era necesario poner un cierto orden», porque «también hubo muchos errores», ha asegurado el obispo de Cartagena-Murcia. Como ejemplo, Lorca ha hablado de esos sacerdotes que «parecían hombres orquesta».
En este sentido, el presidente de la Comisión Episcopal para la Liturgia, José Leonardo Lemos, ha recordado que «la Eucaristía no es un espectáculo». Por ello, ha instado a que las celebraciones retransmitidas «no se hagan en una sala cualquiera, sino en un lugar sacro». La celebración retransmitida «debe ser tan digna, o más, que la que se hace en nuestras catedrales».
Asimismo, ha pedido al celebrante y a quienes colaboran con él a que tengan en cuenta que celebran para una comunidad presente, pero también para quienes tienen una presencialidad virtual, en su mayoría ancianos, enfermos y sus cuidadores. «Hay que darle una perspectiva amplia, dirigirnos a unos y otros y hacer más cercano el misterio de la Misa a los lejanos».
Otras de las recomendaciones del documento es que, allá donde se esté retransmitiendo una celebración litúrgica, el sacerdote lo ponga en conocimiento de la delegación de Medios de Comunicación Social y del obispo. Una indicación, según ha justificado Lemos, «para que no seamos autosuficientes o autorreferenciales».
Por último, el presidente de la Comisión Episcopal para la Liturgia ha subrayado la importancia de que se borre la celebración y que no se quede archivada «porque el misterio de la Eucaristía es siempre actual, en ese momento, y no tiene sentido la retransmisión en diferido». Como ejemplo, José Leonardo Lemos, que es también obispo de Orense, ha hablado de la bendición urbi et orbi, que imparte el Papa Francisco y que cuenta con indulgencia plenaria para todos aquellos que sigan la retransmisión a través de los medios de comunicación. «Imagínate que alguien graba esa bendición y se la pone todos los días al empezar la jornada para ganar indulgencia. Pues no es posible», ha concluido.