La Iglesia celebrará el 4 de junio, la jornada Pro Orantibus dedicada a la vida contemplativa

Con el lema «Generar esperanza», la Iglesia celebra el 4 de junio, solemnidad de la Santísima Trinidad, la jornada Pro Orantibus, dedicada a la vida contemplativa. Un lema que pone el foco en la esperanza ante una realidad en la que “no es difícil encontrar motivos para la tristeza y la desazón: amanecemos cada día con noticias de violencia, injusticia, egoísmo, exclusión, pobreza y sinsentido”. También, a una escala más personal, “al mirar con sinceridad nuestro interior y el conjunto de nuestras relaciones, nos topamos con heridas y sinsabores que pueden ir sumiéndonos poco a poco en un desaliento paralizante”,  manifiestan los obispos de la comisión episcopal para la Vida Consagrada.

Jornada de oración en Sevilla

Los 34 conventos de clausura de la Archidiócesis se unirán en oración ante Jesús sacramentado, con el rezo de vísperas, de seis y media a siete y media de la tarde del sábado 3 de junio, vísperas de la solemnidad de Santísima Trinidad. El domingo 4 de junio se celebrará la eucaristía en todos los conventos. Mención especial merece la profesión de fe de la hermana Dora Inés Tibaduiza, a las doce del mediodía en el monasterio cisterciense San Clemente, de Sevilla.  Así lo ha informado el sacerdote José Ángel Martín, vicario episcopal para la Vida Consagrada.

“La vida contemplativa en nuestra Archidiócesis es una realidad importante, cuenta con 34 monasterios y conventos. Junto con la oración, también está la colecta destinada a ayudar a los monasterios. El año pasado ascendió a 16.563,43€. Con esta aportación del Pueblo de Dios, ayudamos desde la vicaría a los distintos conventos”.

Este año, “la colecta se hará coincidiendo con la solemnidad de la Santísima Trinidad, días 3 y 4 de junio. Animo a todas las parroquias y los templos que, con vuestras colectas, ayudemos a nuestros conventos de clausura”, añade Martín.

La vida contemplativa alienta nuestra esperanza

En cada convento y monasterio “la esperanza que brota de la fe en la realidad última de Dios se hace carne cotidiana al cultivar la oración y la celebración; la fraternidad y la reconciliación; la hospitalidad y la caridad; el trabajo y el descanso”. Así, “cuantos caminamos tratando de dar respuesta a la sed de una vida lograda en medio de tantas desdichas agradecemos el testimonio de la vocación contemplativa, que se goza en buscar y esperar cada día al Señor que viene para que todos tengamos vida, y vida en abundancia; para que tengamos esperanza”, han escrito los obispos de la comisión  para la Vida Consagrada.

Los contemplativos “también lanzan su mirada al resto del Pueblo de Dios, deseando recibir los dolores y las alegrías de este mundo para poder esperar por todos y con todos”. Por eso, en esta jornada Pro Orantibus “no dejemos de acercarnos, si tenemos ocasión, a nuestros hermanos y hermanas contemplativos, con el fin de compartir entre todos los consuelos y las fatigas de los hombres y mujeres de esta tierra. Comprometámonos juntos en la misión de generar esperanza donde haga más falta, donde más urgente sea el anuncio del Señor resucitado. Y recemos también por ellos, para que puedan recibir el sostén de nuestra plegaria sincera ante Dios y se vean apoyados en su deseo de peregrinar sin desfallecer a la luz del rostro del Señor”.

En los materiales que ofrece la comisión episcopal para la Vida Consagrada, además del mensaje de los obispos de presentación de la jornada, se pueden leer varios testimonios de personas consagradas; textos para gustar y orar; y en agradecimiento a Benedicto XVI, recuerdan sus palabras. Puede acceder a los materiales en conferenciaepiscopal.es