Misioneras de Acción Parroquial: un sueño hecho realidad

Un día como hoy hace 82 años, un grupo de jóvenes recibía con gran ilusión el hábito de postulantes para iniciar y formar parte de una Congregación que tenía como ideal la entrega generosa a las múltiples y variadas tareas del Ministerio. Tres años antes, en 1939, una joven llamada Genoveva Cuadrado soñaba con crear un grupo de mujeres evangélicas, modestas, prudentes, alegres… y junto al  obispo D. Luciano Pérez Platero se hizo realidad.  Enseguida se puso manos a la obra para hacer realidad ese sueño compartido poniendo todos los medios para hacerlo posible.  Nació así la Congregación Misioneras de Acción Parroquial en Carbonero el Mayor (Segovia).  Su Carisma está impregnado de un profundo sentido de la Iglesia. Dentro de su misión entran toda clase de obras, tanto las de ayuda directa en el Ministerio, como las educativas, benéficas y asistenciales.

Una de las grandes obras de las Misioneras de Acción Parroquial  es el colegio María Mediadora con el que intentaron dar respuesta a las necesidades de la sociedad, desde el Espíritu que el Padre Fundador imprimió a su obra: “Orientamos la educación de nuestros alumnos hacia una integración responsable y activa[…]Intentamos hacer del colegio un taller de vida y un ámbito donde se fortalezca la amistad y la solidaridad. Tratamos de forjar el hombre nuevo como simiente que no acepte la injusticia y la discriminación. Un lugar propicio para un crecimiento armónico del niño y del joven donde se cultiven sus facultades intelectuales, físicas y sus valores morales. Es una tarea no solo del colegio sino de un esfuerzo mancomunado de las familias y los educandos. Nos dirigimos a la formación del niño en toda su plenitud.”