Con motivo del mes dedicado a las misiones, hemos pedido a una persona de la parroquia, que es voluntaria en la Delegación de Misiones de nuestra diócesis, que nos de su testimonio:
Entrevistamos a Rocío Galán Cáceres, profesora de Educación Primaria. Imparte catequesis de confirmación en la parroquia Nuestra Señora del Mar en Sevilla y es voluntaria en la Delegación de misiones.
¿Puede contarnos cómo fue su llamada a esta vocación?
Desde que era pequeña en el colegio me ponían videos de misioneros ayudando en proyectos de diferentes países. Me quedaba embobada viéndolos y yo me decía” de mayor quiero hacer eso”. Lo tenía clarísimo. No sabía lo que era pero quería hacerlo.
¿Nos puede contar un poco sobre su trayectoria, cuándo comenzó, qué países ha visitado…?
Empecé en Sevilla en muchas barriadas haciendo voluntariado desde los 18 años y cuando terminé la carrera de magisterio busqué por muchos sitios en Sevilla para irme fuera de España de misiones pero no encontré nada.
Con 25 años estando un día en misa con mis amigas entendí que las cosas no son cuando uno quiere sino cuando quiere ÉL. Dios lo tenía todo dispuesto .La dio un misionero llamado Antonio Hortelano y necesitaba voluntarios para un proyecto que tenía en México, mínimo un año. Evidentemente cuando terminó la misa le dije que me quería ir y estuve viviendo allí 2 años.
He estado en México, Perú y Kenia.
¿De los países que ha podido visitar y en los que ha estado trabajando, cuál diría que ha sido el que presentaba unas condiciones más duras y complicadas para las personas que allí vivían?
Es complicada ya que cada país tiene sus circunstancias, pero Kenia tiene unas condiciones muy duras. En el hogar de los niños no hay agua, se compra en bidones grandes y hay que utilizarla para lo básico y no malgastarla. Nos pasó que el agua que nos vendieron estaba contaminada y tardaron muchos días en venir y cambiarla. Todos esos días sin agua. No hay electricidad por lo que los alimentos se tienen que consumir rápidamente.
Algo que me llamó mucho la atención en Kenia fue lo trabajadores que son, la alegría que desprenden y cómo les gusta a las mujeres ir guapas. ¡Me encantó!.
¿Qué cree que es lo más difícil de afrontar durante su misión? ¿Y lo más gratificante?
La realidad que encuentras es muy diferente de la que vivimos. Hay que adaptarse al lugar al que vas y observar mucho para poder entender por qué viven así o porqué son de una determinada manera. El respeto por otra cultura es básico.
Lo más gratificante es la gente. Llenan tanto que me siento pequeña ante gigantes. ¡Cuánto tenemos que aprender!
¿Cree que ésta es una experiencia abierta a todos o que, como vocación, requiere de un discernimiento y preparación dirigida solo a unos pocos?
Esta experiencia está abierta a todos y cada persona tiene sus razones personales. Lo mío es vocacional pero hay gente que siente curiosidad por conocer o tener esa experiencia y les animo a hacerlo. Requiere un discernimiento y preparación el dar ese paso. En la delegación de misiones de Sevilla a las personas que quieren dar ese paso las acompañamos en su camino preparatorio.
Quiero dar las gracias a todas las personas que colaboran con los proyecto ya sea a nivel económico, voluntariado, cooperante, etc… Os animo a todos a escuchar vuestro corazón y decir Si a Dios en esta aventura misionera.
Descubre más desde Parroquia Nuestra Señora del Mar (Sevilla)
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.