El sábado día 12 de marzo en el Auditorio Centro Cívico Bellavista, disfrutamos de un precioso ejemplo de la via pulchritudinis, donde se unieron la fe y la belleza en el espectáculo flamenco “La Pasión de Cristo”, a cargo del grupo Asociación de Baile Leonor Álvarez-Ossorio. El arte nada quita a la fe, y, en palabras del Papa Benedicto XVI, “la fe nada quita al genio artístico, sino que lo exalta y lo nutre, lo anima a cruzar el umbral y a contemplar, con ojos fascinados y conmovidos la meta última y definitiva, el sol sin ocaso que ilumina y embellece el presente” (Discurso de Benedicto XVI a los artistas del 21 noviembre 2009).
Juan Pablo II se refería a los artistas cristianos como “quienes con apasionada entrega buscan nuevas “epifanías” de la belleza”.
La estima de Pablo VI por los artistas era tan grande que asumió el compromiso de “restablecer la amistad entre la Iglesia y los artistas”, y les dijo: “Este mundo en que vivimos tiene necesidad de la belleza para no caer en la desesperanza. La belleza, como la verdad, es lo que pone la alegría en el corazón de los hombres; es el fruto precioso que resiste a la usura del tiempo, que une las generaciones y las hace comunicarse en la admiración. Y todo ello por vuestras manos… Recordad que sois los guardianes de la belleza en el mundo” (Concilio Vaticano II. Constituciones. Decretos. Declaraciones, BAC 1968, p. 841).