La centralidad del Amor, la vivencia fuerte de la Misericordia, la espiritualidad de la pequeñez y el abandono al estilo de Santa Teresita de Lisieux, la alegría de compartir en comunidad la vida con mujeres y sus hijos que proceden de situaciones vulnerables y de sufrimiento, son el día a día de las hermanas de Villa Teresita.
Ellas abren su casa para que durante un fin de semana haya jóvenes que conozcan y experimenten este camino de amor, de sanación, de liberación