Un sacerdote católico nigeriano de la Diócesis de Okigwe fue secuestrado el 30 de noviembre cuando se dirigía a administrar el sacramento de la Unción de los Enfermos a un feligrés.
La diócesis anunció el 1 de diciembre que el P. Kingsley Eze había sido secuestrado alrededor de las 8 de la noche, y que permanecía en paradero desconocido.
En un comunicado al que tuvo acceso ACI África —agencia del grupo ACI para el continente africano—, el canciller de la Diócesis de Okigwe, el P. Princewill Iwuanyanwu, pide oraciones por la liberación segura del P. Eze, quien se desempeña como párroco de la iglesia de San Miguel Umuekebi, en el estado nigeriano de Imo.
“Me dirijo a ustedes para informarles que uno de nuestros sacerdotes, el P. Kingsley Eze, fue secuestrado en la tarde del jueves 30 de noviembre de 2023”, señala el P. Princewill, y añade: “Fue secuestrado mientras se dirigía a administrar el sacramento de la Unción de los Enfermos a un feligrés dentro de su parroquia”.
En su llamado a la solidaridad con el sacerdote nigeriano secuestrado, que ha servido como párroco de la parroquia de San Miguel desde 2017, el P. Iwuanyanwu continúa: “Solicitamos sus fervientes oraciones para que pueda volver a nosotros sano y salvo”.
La Agencia Fides ha recogido testimonios del secuestro, que indican que unos hombres armados atacaron al sacerdote, conocido localmente como Padre Ichie, junto con otra persona, Uchenna Newman, cuando bajaban de su automóvil en una intersección para hacer unas compras.
Al parecer, los secuestradores asaltaron primero a los vendedores ambulantes, disparando indiscriminadamente e hiriendo a un transeúnte, y luego obligaron al sacerdote y a su acompañante a seguirles.
La parroquia de San Miguel sirve a partes del estado de Imo, en el sur de Nigeria, que ha sido el centro de ataques masivos dirigidos sobre todo contra cristianos.
La grave situación de violencia en Nigeria
Anteriormente, la Sociedad Internacional para las Libertades Civiles y el Estado de Derecho (Intersociety) compartió con ACI África un informe que indica que en 29 meses (enero de 2021-mayo de 2023), las fuerzas de seguridad y las “milicias aliadas” mataron a 900 ciudadanos desarmados, hirieron a 700 y arrestaron a 3.500 personas, la mayoría de ellos cristianos inocentes que viven en el estado de Imo.
El informe elaborado en mayo también indica que 1.400 personas fueron extorsionadas y que otras 300 han sido víctimas de desaparición forzada.
Además, 1.200 casas de civiles fueron incendiadas en todo el estado, desplazando a sus 30.000 residentes.
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El informe indica, además, que los ataques en todo el estado de Imo también obligaron a 500.000 ciudadanos “en edades activas” a huir, y habrían buscado refugio en residencias urbanas vecinas situadas en Umuahia, Owerri, Port Harcourt, Aba, Enugu, Onitsha y Nnewi.
En el reporte, Intersociety pedía el procesamiento penal de más de 30 altos cargos del gobierno de Nigeria por los asesinatos de cristianos en el estado de Imo.
Entre los casos que Intersociety había llevado a la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya, se encontraba el de la gobernadora del estado de Imo, Hope Uzodinma, y otros funcionarios del estado nigeriano, a los que la entidad de investigación ha vinculado directamente con los asesinatos y desplazamientos masivos de cristianos.
Fuente: www.aciprensa.com