El sacerdote nigeriano Marcellinus Obioma Okide fue secuestrado el 17 de septiembre cuando viajaba en dirección a su parroquia, St. Mary Amofia-Agu Affa, ubicada en el estado de Enugu, al sudeste de Nigeria.
La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés) informó que el secuestro ocurrió a las 5:00 p.m. (hora local), cuando el presbítero se trasladaba por la carretera Eke-Egede-Affa.
La Diócesis de Enugu, a la que pertenece el P. Okide, emitió un comunicado el 19 de septiembre para hacer un llamado a rezar por la pronta liberación del sacerdote.
“El P. Okide se dirigía de regreso a su parroquia, St. Mary Amofia-Agu Affa, cuando ocurrió este desafortunado incidente. La Diócesis solicita sus oraciones por su rápida liberación y por un cambio de corazón por parte de los secuestradores”, indica el mensaje, firmado por el canciller diocesano, el P. Wilfred Chidi Agubuchie.
Y agrega: “Que el Señor, quien vino a liberar a los cautivos (Lc 4,18), libere a nuestro hermano de las manos de nuestros enemigos y salve a nuestro país, Nigeria”.
ACN, por su parte, exhortó “a las fuerzas policiales que intensifiquen sus esfuerzos para devolver al P. Okide a su comunidad y llevar a los responsables ante la justicia lo antes posible”. “Y para proteger a las comunidades cristianas de actos criminales cada vez más violentos”.
Nigeria ha estado experimentando una gran inseguridad desde 2009, cuando comenzó la insurgencia de Boko Haram con el objetivo de convertir el país en un Estado islámico.
Desde entonces, la agrupación terrorista, uno de los grupos islámicos más grandes de África, ha estado orquestando ataques indiscriminados contra diversos objetivos, incluidos colectivos religiosos y políticos, así como civiles.
La situación se ha complicado aún más con la participación de los pastores Fulani, predominantemente musulmanes, también conocidos como la Milicia Fulani.