Este fin de semana se celebra en España y por primera vez el retiro católico Simeón y Ana, dirigido a personas de más de 70 años que se presenta como un “encuentro con el Señor que da sentido a todo y orienta a la conquista de la vida eterna”.
La coordinadora de este formato de nueva evangelización, Susi de Pablos, explica a ACI Prensa que la idea de ofrecer una experiencia de este tipo es del párroco de la iglesia del Santo Cristo de la Misericordia, (Boadilla del Monte, Diócesis de Getafe), Javier Siegrist.
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Desde hace años, Siegrist es uno de los sacerdotes más implicados con los retiros de Emaús, Effetá, Bartimeo o Proyecto Amor Conyugal y pensando en ellos consideró “que faltaba un retiro dedicado a las personas mayores”, detalla la coordinadora.
A imagen de los otros retiros más conocidos de este estilo, las dinámicas, testimonios y experiencias giran en torno al episodio del Evangelio según San Lucas protagonizado por el anciano Simeón y la profetisa Ana, en el que alaban al Señor el día de su presentación en el templo siendo aún un niño.
Se trata de un retiro ideado para que las personas mayores “se den cuenta de lo que les necesita Jesús a ellos en esta vida” y de la referencia que son para su familia: “Han llevado la fe a sus hijos, se han comprometido, les han cuidado. Y ahora, a veces, se encuentran, con que cada vez pueden hacer menos, con que para que vengan sus hijos siempre tienen que esperar a que les venga bien…”, explica Susi.
De su estructura y contenidos concretos, no se pueden conocer detalles antes de vivirlo, pero Susi de Pablos sí desvela que el ritmo es mucho más pausado (acuden personas hasta por encima de los 90 años) y que en el programa incluyen “dinámicas que son muy visuales” y algunos testimonios “súper alegres” que dan esperanza.
De momento son 33 las personas que van a recibir este primer Retiro de Simeón y Ana, lo cual se considera un éxito.
Susi de Pablos apunta además que este retiro es muy necesario porque “algunos a esa edad están muy solos” y también debido a una cierta forma de enseñar la fe cuando eran niños, muy diferente del paradigma actual:
“El Señor y el Dios que nos enseñaron a nosotros en el colegio era un Dios muy distinto. No es el Dios que te quiere, que te acoge, con el que puedes tener una relación de corazón a corazón con Él. Sino un Dios que nos espera detrás de una retama a ver qué hacemos mal”, se lamenta Susi.
Como el retiro se dirige a personas en el último tramo de sus vidas, Susi añade que también se trata de esponjar el corazón e infundir esperanza: “Se trata de unir la tierra con el cielo. Y también de que se den cuenta de que la misericordia de Dios es infinita, que nos sigue queriendo y necesitando”.
Fuente: www.aciprensa.com