Las autoridades informaron hoy de que alrededor de 150 personas murieron desde el pasado sábado por la noche hasta este lunes en varios ataques de individuos armados perpetrados en el estado de Plateau, en el centro de Nigeria.
Aunque en un principio las autoridades locales indicaron que había tenido lugar un ataque el sábado en el pueblo de Mushu, en el territorio de Bokkos, otras localidades fueron también objeto de una violencia en esa zona y en las áreas de Mangu y Barkin-Ladi que se prolongó hasta este lunes.
«Los ataques estuvieron bien coordinados. No menos de 20 comunidades diferentes fueron atacadas por los bandidos», declaró a los periodistas el presidente del Comité de Transición del área de gobierno local de Bokkos, Monday Kassah.
«Hemos recuperado 113 cadáveres de esas comunidades. Hemos recuperado a más de 300 heridos», subrayó Kassah, al precisar que los heridos fueron evacuados a diferentes hospitales.
«El personal de seguridad ha estado haciendo todo lo que pudo. El difícil terreno para llegar a esas comunidades hizo que la seguridad no llegara a tiempo para evitar esos ataques», agregó.
Anteriormente, el gobernador de Plateau, Caleb Muftwang, había cifrado los muertos en más de cincuenta.
«Esto es inaceptable. Ya es suficiente. Este actos estúpidos, sin sentido y no provocados deben parar», subrayó Muftwang, citado por medios locales. Sin embargo, el gobernador enfatizó que «ningún ataque romperá el espíritu del pueblo de Plateau».
Plateau se encuentra en la línea divisoria entre el norte mayoritariamente musulmán de Nigeria y el sur mayoritariamente cristiano, y durante años ha soportado tensiones étnicas y religiosas.
Un líder comunitario aseguró al diario local The Nation, bajo condición de anonimato, que los lugareños de Mushu sospechan que los pistoleros pertenecen a la tribu Fulani, islamistas radicales que invadieron la comunidad y abrieron fuego a discreción.