El último día de 2022 comenzó con la triste noticia de la muerte del Papa emérito Benedicto XVI. A los 95 años de edad, Joseph Aloisius Ratzinger dijo adiós a este mundo dejando un testamento espiritual en el que pide “perdón de corazón” a aquellos a los que haya podido hacer daño a lo largo de su vida. Igualmente, insta a la Iglesia a “mantenerse firme” en la fe ante las diferentes propuestas filosóficas y científicas que pretenden contrarrestarla.