Homilía XXX domingo del tiempo ordinario

En la homilía de hoy, D. Manuel Palma nos explica cómo el verdadero tema de la Palabra que se ha proclamado hoy es la pobreza. No poner en el centro de nuestro corazón los bienes materiales, que hacemos señores de nuestra vida. El Señor nos pide que despejemos el corazón de todo lo que no es Él.

No sólo nos hemos de cuidar de los bienes materiales, sino de nuestro propio yo. Como el fariseo que, en el fondo, se busca a sí mismo, y que no necesita a Dios ni siquiera para orar. Nosotros hemos sido llamados a ser pobres delante de Dios. No hay capacidad humana que pueda compararse con Áquel que es todopoderoso. Delante del Señor somos insignificantes, con lo que ante Dios, no cabe sino reconocer nuestra pequeñez.